martes, 21 de mayo de 2013

Reencontrándonos gracias a la inmigración....

Han pasado algunas semanas desde el último post, pero ciertamente la rutina diaria en la oficina y en casa lo alejan a uno de la escritura; y es que al tener un tiempito libre, bien vale la pena dedicarlos a la familia, en especial al exterior, ya que son varios los días soleados y calientes que hemos tenido recientemente. 

Hablando de rutina diaria, en algún momento les comenté que mi padre estuvo de visita unas semanas a principios de Marzo, por lo que no quiero dejar pasar más tiempo sin comentar algo que por ahí tenía pendiente. Precisamente siento que fue la rutina caraqueña la que de alguna forma u otra nos mantenía un tanto distantes a mi padre y a mi; y aún cuando nos veíamos en su casa y compartíamos en familia por lo menos una vez por semana, me parece que en los últimos años antes de nuestra partida la cosa era más en "cantidad que en calidad". No porque fueran malos nuestros encuentros, sino que el día a día de una compleja y tediosa temática política y económica de un país cada vez más problemático, no permitían sentir que se disfrutaba realmente del tiempo juntos.

Parece mentira, pero luego de casi 4 años fuera de aquella rutina y luego de solo un año sin vernos personalmente (.... recuerden que en Enero del 2012 estuvimos unas semanas en Venezuela), esa visita de Marzo me permitió reencontrarme con mi papá, pude compartir y verdaderamente conversar e intercambiar con él en un ambiente distinto, fuera de su día a día, de su rutina de trabajo y de vida.... disfrutar una "cervecita" (a pesar de los días aún fríos y nevados) en medio de largas conversas sin estrés alguno. 

Para mí fueron días increíbles. Los chamos y Eglee disfrutaron de la compañía del "abuelo Santiago", quien compartía nuestros quehaceres diarios de forma tranquila y relajada; y aunque suene extraño y hasta contradictorio, la inmigración sirvió esta vez para acercarnos más y recordarnos que "más que cantidad, la calidad es lo fundamental", ya que podemos estar todos los días uno junto al otro, pero solo cuando se pierde ese beneficio, nos damos cuenta que los minutos en los que estamos juntos nuevamente, valen oro y hay que exprimirlos al máximo.....

Vivan a los suyos día a día .....

1 comentario:

  1. que bueno que hayas tenido este tiempo de calidad con tu papa... yo trato de disfrutar a los mios cada momento que podemos.. este proyecto de inmigracion me ha permitido valorar cada tiempo compartido.. cuando se trata de nuestros padres, siento que es poco lo que hacemos para devolver todo lo que nos han dado.. Saludos Sergio!!!!

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