Los padres y el temor al invierno...

Hoy vuelvo con un tema que no importa cuantas veces se toque, siempre tiene vigencia, ya que no me canso de leer y escuchar comentarios de los que vienen en camino, sobre su temor al invierno, el frío y la nieve canadiense y su "efecto" sobre los niños. En tal sentido, creo importante repasar algunos puntos al respecto. Se los dejo como un post, mas lo colocaré permanentemente como una página de consulta en el blog.

Duración del Invierno: Como ya hemos comentado, aquello de que Canadá está congelada todo el año, no es tan así, claro que hay zonas al Norte que sí tienen bastante nieve y frío durante buena parte del año, donde hay nevadas desde Octubre y hasta Abril y que incluso, este invierno a principios de Noviembre 2010 ya tenían unos días de -40°C, mientras en Montreal aún íbamos por los + 8°C. El invierno es una de las 4 estaciones, que si bien es bastante marcada, en ciudades como Montreal o Toronto dura efectivamente unos 4 meses. Una amiga se sorprendía cuando en Agosto del año pasado le decíamos que estábamos a 35°C y con una sensación de 40°C por la humedad … “¿pero allá hace calor?”, nos preguntaba….

El frío: No es cierto que todo el tiempo se está a -30°C. El promedio en Montreal durante el invierno es de -5 a -10°C, con días donde el viento hace que la sensación térmica sea menor o mayor (ejemplo: temperatura de -8 que con el viento se siente a -15). Hay unas dos o tres semanas a finales de Enero / principios de Febrero que es cuando la temperatura baja de los -25°C y con el viento puede sentirse a -38°C. Obviamente para todos los que venimos del trópico con temperaturas promedio de 27°C, no se pone fácil la cosa y no les voy a negar que al principio asusta, pero la realidad es que el cuerpo como una excelente máquina que es, se va adecuando a la estación y en especial se va acostumbrando a las temperaturas. No es que hoy tenemos +15°C y mañana -10, así cualquiera se muere de un solo golpe. Lo recomendable es llegar definitivamente a Montreal en Septiembre, donde a partir de temperaturas de 15°C, poco a poco y hasta llegar Enero, el cuerpo se va adaptando y no les exagero cuando les digo que una vez que pasaron por el proceso de llegar a -20°C, cuando la temperatura vuelve a subir a -5°C hasta “calor” comienza uno a sentir.

La vestimenta: Eso de “tengo que estar envuelto como una hallaca todo el tiempo, incluso dentro de casa”, no es así. Sin lugar a dudas hay que abrigarse bien, pero sobre todo saber vestirse según la actividad que se vaya a realizar. Porque no es lo mismo estar afuera jugando en la nieve a -15°C durante una hora, que montarse en el carro en la puerta de casa e ir a la oficina por 8 horas. Este punto es importante, para que no se “sancochen” o se congelen, según sea el caso. Indispensable tener una buena chaqueta impermeable que al comprarla diga que les cubre a -25 o -30, unas buenas botas de invierno, igualmente con etiquetas de -30°C, etc., guantes, gorro y bufanda… y sobre todo, cubrirse bien todo el tiempo que estén al exterior. En una charla sobre el tema a la que fuimos al tiempo de llegar por allá en Noviembre del 2009, nos recordaron que en efecto el cuerpo se enfría en principio porque la cabeza no está bien cubierta, por ende el cerebro para no enfriarse y morir comienza a traer sangre caliente del resto del cuerpo (primero las extremidades) por lo que tanto el cerebro como los órganos vitales: corazón y pulmones, deben estar cubiertos.

Los niños: La preocupación de todos los que nos han escrito o de los comentarios que he leído, es claro está, primeramente los niños: “será que los chamos aguantan, se van a congelar, pobrecitos, etc. etc.”. Resulta que son los chamos los que más rápido se adaptan y no sé si será que se mantienen más calientes porque nunca paran de moverse, … imagino! Lo cierto es que una vez cubiertos, a veces es uno el adulto el que por descuidado y confiado pasa frío. Tanto en colegios como en guarderías, exigen que los niños vayan con su ropa de invierno para que al medio día y durante los recreos salgan a jugar al aire libre, esto ya sea con o sin nieve y con temperaturas de hasta -20°C. Pueden ustedes tener una idea de que la rutina sigue igualita y los niños se van acostumbrando desde pequeños…. No olvidar la crema hidratante tanto en chicos como en adultos….

Los días: Cuando en invierno vean que el día está hermoso, despejado, azulito, con un sol brillante…. abríguense más, porque ese seguro será bastante frío. Las nubes hacen el efecto de un invernadero para mantener el calor, así que cuando es un día nublado, la temperatura sube y por ende menos frío, pero cuando no hay nubes…. a abrigarse! Otra cosa sobre los días es que durante el invierno, en especial en diciembre, estos son más cortos, el sol sale a eso de las 7 o 7:30am y se pone a eso de las 4:30pm., por lo que el ánimo cambia, tendrán más sueño y entenderán aquello de que provoca “invernar”… En verano por el contrario, a las 5am ya hay “una pepa de sol” y aún a las 9:30pm brilla la luz del día, así que la lucha será para que los chamos se quieran ir a dormir… “pero si aún es de día!!!!”, dirán

La recomendación general es que se trate de llegar como Residente Permanente para la fecha cuando están por comenzar las clases a finales de Agosto, así toda la adaptación tanto mental, anímica y corporal se va dando paulatinamente. Es mentira si no les digo que llega un punto donde luego de intensas nevadas y la acumulación de nieve en calles y aceras, uno comienza a cansarse del invierno, porque aquello se tratar de cruzar una esquina donde la nieve te llega a la rodilla… no es fácil, ni hablar si se va con un cochecito de bebé; o tener que palear para liberar espacio y poder sacar tu carro de donde lo dejaste estacionado, etc. etc., se hace fastidioso hasta tanto la municipalidad recoja toda la nieve acumulada. Pero una vez más, al igual que con el frío extremo, esto no es todos los días ni todo el tiempo, y así como en verano se disfruta del agua y el calor, en invierno se disfruta la nieve.

Algo que nos gusta mucho es que la rutina siempre cambia y durante todo el año con la llegada de cada estación, las actividades, preparativos personales y del hogar, varían…