Comenzando el mes de las flores (entre ellas las más hermosas de todas: las Madres!!!), escuchaba ayer en los análisis luego de las elecciones nacionales en Canadá, como en Quebec se produjo una Revolución (no al estilo de la roja-rojita, por si acaso...); pero ciertamente el electorado de la Belle Province le dió la espalada por completo al Bloc Quebecois y sus ideas ultra-nacionalistas, soberanistas y radicales.
Habiendo obtenido los Conservadores con Stephen Harper a la cabeza una mayoría en el Parlamento Nacional, se garantizan 4 años de gobierno bajo sus riendas. Los grandes perdedores: el Partido Liberal, que obtuvo el menor número de escaños en su hitoria (alrededor de sólo 30); y el Bloc Quebecois, que no pasa de 3 o 4 escaños.
Interesante punto adicional es ver como los líderes de los dos grandes derrotados (Mr. Ignatieff y Mr. Duceppe) no consiguieron ser reelectos en sus escaños y por ende salen del Parlamento. Como alguna vez les comenté, es una de las ventajas de que todos los cargos sean uninominales.... el electorado de sus Circunscripciones los castigó duramente.
Los grandes ganadores además de los Conservadores son los del NDP, que ahora pasan a ser la segunda fuerza en el Parlamento, catapultados en especial por el apoyo de los votos de Quebec, donde lograron una victoria histórica en casi todas las Circunscripcciones (....anoche el mapa electoral se veía en Quebec casi por completo de color naranja).
Visto desde los ojos quebecos, este resultado podría decirnos que en efecto la Provincia no quiere saber mucho más de las ideas radicales al estilo de las del Bloc Quebecois, que se prefiere en cierta forma más bien una idea federalista por encima de la nacionalista (el NDP es un partido Federal) y a su vez le manda un mensaje en la política local al PQ (brazo interno del Bloc) y a Madame Pauline Marois, de que si algún día quiere reemplazar a Jean Charest como Primera Ministra de Quebec, debe bajar el tono de su discurso, olvidarse de un posible nuevo referendum independentista y dejar el extremismo en su casa.
Interesante
ResponderEliminarPor si no lo viste, dejo la opinión de The Economist, a ver que te parece. Yo tendería más a compartir tu análisis que el de The Economist aunque no tengo información adicional
"The obliteration of the Bloc Québécois suggests that Quebeckers want a greater say in Canada’s national political discussion, after years of voting for a separatist party that delivered few tangible benefits. That should make the country far easier to govern, and reduce resentment of Quebec in other provinces. But it is too early to pronounce separatism dead: the Parti Québécois, the Bloc’s provincial equivalent, remains the most popular party in Quebec and would win if a provincial election were called today. That is one of the very few aspects of Canadian politics that did not change on May 2nd."
http://www.economist.com/blogs/americasview/2011/05/canadas_federal_election
Buen punto ese Jorgeluis... no había visto ese artículo, esta interesante. La verdad no estaba al tanto de esas encuentas; pero ciertamente pareciera muy contradictorio apoyar al NDP a nivel nacional y en lo local al PQ, que es tan o más radical que el Bloc.... (cada vez que la Pauline habla, da ganas de salir corriendo).... como dicen, amanecerá y veremos!
ResponderEliminarPara los que vamos en camino, esta noticia quizá nos haga respirar un poquito. Se que en el caso de que ganara el Bloc, no hubieran convocado a referendum al día siguiente, sin embargo, es bueno respirar algo de tranquilidad en ese aspecto para cuando lleguemos y por unos años. No me gusta Québec sin Canadá así como tampoco me gusta Canadá sin Québec.
ResponderEliminarAsí es Luis, esperemos que aquí los votantes mantengan la misma idea con respecto al PQ. Saludos,
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