viernes, 13 de mayo de 2011

Quizás demasiado confiados….( ???)

El título es una afirmación/interrogante, y es que en el marco de una serie de casos recientes de niños lamentablemente desaparecidos y/o muertos en Montreal o ciudades vecinas, Eglee y yo analizamos y pensamos que en cierta forma esas situaciones son también consecuencia de un exceso de confianza por parte de los padres.

Comienzo por el caso de un niño de 4 años que el año pasado, más o menos por esta fecha, desapareció del jardín de su casa en un pueblo en el interior de la Provincia. Resulta que justo la parte trasera de su casa colinda con un río. A los pocos días encontraron el cadáver del pequeño en una zona cercana, arrastrado por las aguas. La mamá decía luego: pero él sabía que no debía acercarse a jugar cerca del río!!!!.... Caramba, como diría mi mamá, era un niño de 4 años, por mucho que digas “él sabe”, eso no es así, siempre puede haber algo que les llame la atención y les haga acercarse al peligro.

Igualmente ayer encontraron el cuerpo de un pequeño de 3 años que desapareció del jardín de la casa de unos amigos de los padres, a los cuales visitaban unos tres meses atrás en Laval un domingo. El niño sufría un leve autismo, no podía hablar y oía muy poco, y aún así lo dejaron jugando en el jardín que también colinda con un río. Aunque estaba con otros niños, imaginamos que se distrajo o se separó de los otros y terminó en las gélidas aguas del río…. Una vez más, a nuestro entender falta de supervisión de los padres. Hemos visto que muchas de esas casas con río en la parte trasera, no tienen una cerca que los separe del mismo, cosa riesgosa.

El otro caso, aún cuando muy distinto, se refiere al de una niña de 10 años de edad, desaparecida 12 años atrás muy cerca de su casa. Unos meses atrás encontraron unos restos humanos que al final resultaron ser de la niña. Obviamente, se trata de un caso de asesinato producto de la mente enferma de algún depravado y que escapa al control de los padres; mas nos llama la atención que fue justo cuando ella iba sola al “Depanneur” (lo que en Venezuela llamaríamos “abasto”) a comprar algo. Puede ser que uno esté aún un tanto “paranoico” por la inseguridad caraqueña, pero por nuestra parte no creo que los dejemos salir solos hasta cumplir los 12 años, en todo caso que vayan, pero uno se queda a lo lejos supervisando, así “van agarrando alas pero sin soltar del todo la cabuya”.

Un par de semanas atrás, buscaba yo a Diego en la guardería, y justo en la esquina de esa calle, intersección con una calle principal como lo es St. Catherine, veo a un niño de unos 5 años, mucho más pequeño en tamaño que nuestro Santiago, corriendo y cruzando la calle solito… yo que esperaba en el semáforo con la luz roja, me sorprendo porque si bien el niño hizo bien todo el proceso para cruzar la calle y esperó su luz verde, me quedé preocupado viendo como el pequeño cruzaba y seguía unos metros más sin la compañía de adulto alguno. Unos segundos después (que en esos momentos parecen horas) veo a una pareja que del otro lado de la calle vienen caminando muy tranquilos y le hacen señas para que los espere. Evidentemente eran los padres, que no exagero caminaban por lo menos a unos 50 metros del niño, en una calle muy transitada, con varias intersecciones y casas con estacionamiento. Definitivamente mucha tranquilidad… quizás el niño sepa cruzar muy bien las calles, pero un pequeño de unos 5 años, no puede anticipar el peligro o el accionar de un carro de la misma manera que un adulto, es cuestión de madurez y experiencia….

En este mismo orden de ideas, Eglee se asombraba ayer en la mañana por una niñita de unos 6 o 7 años que llegaba sola al colegio de Santiago en su bicicleta. Quizás no viva muy lejos del colegio, pero siempre debe haber un adulto mirando aunque sea a lo lejos. La pequeña al llegar, se complicó para poder amarrar su bicicleta a un tubo a las fueras del patio y en el proceso sonó el timbre de entrada; se le cayó el morral con todos los libros, etc. Estaba toda vuelta un lío y por el mismo nerviosismo se puso a llorar. Ningún padre o representante apareció, fueron otros adultos que estaban cerca los que finalmente la ayudaron para que se tranquilizara y pudiera entrar justo a tiempo.

Como último ejemplo, en el Soccer (football) de Santiago, es muy normal ver varios niños que no tienen más de 8 años a los cuales los dejan en el campo de juego y luego regresan a buscarlos (algunos bastante tarde…)

Casos como los antes descritos, hemos visto muchos ya. En conclusión, pensamos que en vista que la inseguridad es bastante reducida y con la idea de darle independencia a los hijos desde pequeños, muchos padres (en especial los 100% canadienses) tienden a soltar a los niños y dejarlos sin supervisión a muy temprana edad para algunas actividades.

Que va!, aquí parecieran demasiado confiados para nuestra gusto.

6 comentarios:

  1. Creo que si son muy confiados los canadienses!! o yo soy muy aprensiva como dice mi marido, pero ni a mi hijo el mayor que tiene 13 años lo dejo ir solo a hacer la despensa, y siempre andan bajo nuestro cuidado, donde los veamos, prefiero pecar de sobreprotectora!!!
    saludos

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  2. Asì es Angie, gracias por comentar. Creo que uno el latino viene muy cargado de tanta inseguridad, que se vuelve super desconfiado.

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  3. Así es. La misma seguridad con la que viven les hacen perder ese estado de alerta en la que viven los padres en Venezuela, por mencionar un caso. Por un lado se podría decir que le enseñan a los niños a ser responsables y confiar en ellos mismos, pero como has mencionado... a veces hay consecuencias lamentables.

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  4. Como padre primerizo de un niño de 1,2 años de edad debo decir que estas historias, aunque necesarias, me parecen bastante inquietantes, por decirlo de alguna manera.

    Sobre todo al pensar que yo no le quito la vista de encima a mi hijo cuando lo tengo cerca.

    Ah! por cierto, hablando de accidentes, yo tengo una curiosidad en cuanto al invierno y los peatones. Extraña, debo confesar.

    Durante el invierno, no aumenta la probabilidad de que seamos atropellados? Tendería a pensar que en invierno como los carros resbalan más y es más difícil controlarlos...

    Se ve eso?

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  5. @jorgueluis: Fíjate que no he leído alguna estadística o comentario al respecto, pero ciertamente la gente maneja con más cautela y los peatones también deben caminar con mucho cuidado por la nieve y/o el hielo. Lo que sí he leido es que en invierno uno de los peligros es el ser atropellado por alguno de los tractores quita-nieve, porque tienden a ir muy rápido en su proceso de limpieza y los "ángulos muertos" del vehículo no permite que vean a un peaton claramente.
    Sé que en eso han venido trabajando año tras año, para mejorar la seguridad de los peatones frente a las máquinas quita-nieve.
    Saludos,

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  6. En Madrid pasa lo mismo, en Pozuelo, y en el pueblo donde vivimos se nota el mismo exceso de confianza. Dejan a los niños de tres años solos cerca de un paso peatonal. Pasan tambaleándose y los padres a unos metros atrás. La gente se acostumbra y se insensibiliza ante el peligro.

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