A manera de recuento de fin de año, hoy me centro en lo que este 2010 nos ha dejado en cuanto a una serie de situaciones y cosas sobre los quebecos, su cultura y su forma de ser. Si bien alguna vez comenté que tienden a ser bastante secos, quizás poco comunicativos y muchas veces hasta maleducados (a los ojos de los que estamos acostumbrados a un simple “buen día” o “buenas tardes”… “còmo están?”, cuando alguien llega), hay que reconocer que este año me ha mostrado otro lado distinto. Debo acotar que 80% de los quebecos con los que trato a diario es por razones laborales.
En general el ambiente en la empresa donde trabajo es cordial y por ser de tamaño mediana, con unos 150 empleados en total (148 quebecos y 2 venezolanos), organizan a lo largo del año actividades para integrarnos unos con otros e incluso con nuestras familias: paseos a granjas para recolecta de frutos, parrilladas en verano, actividades deportivas, diferentes concursos entre departamentos, fiestas para los niños, etc. etc., es decir hay una familiaridad bastante presente. Igualmente, este mes de Diciembre me sorprendió por el espíritu navideño que ha reinado en la oficina, donde hubo un concurso de decoración entre cada departamento (el cual me recordó los tiempos de primaria cuando decorábamos el salòn de clases); la cena de navidad fue muy cordial y como en una gran familia; la Jefa preparò un plato especial para que todos comamos juntos hoy (ya que la mayoría no trabaja el 24) y por último, el Jefe de mi Jefa, el Vice-presidente de CS & Logìstica, tuvo el detalle de colocar en los puestos de los que indirectamente le reportamos, un papel al estilo de pequeño pergamino con un proverbio chino y un mensaje personalizado a cada uno de nosotros… realmente un gesto muy apreciado y que creo nunca ningún Jefe había tenido con este servidor, lo que demuestra que muchas veces unas palabras sinceras de afecto y aliento son el mejor regalo.
En resumen, en 2010 he podido ir descubriendo el “lado oculto” o “menos visible” de la cultura quebecois, y debo reconocer que todos, unos más otros menos, me han permitido adaptarme e integrarme al equipo de trabajo de una gran manera, han demostrado el querer aprender y conocer más sobre mis raíces suramericanas y me han demostrado mucho aprecio y respeto. Como ya había leído antes, “entrarles” no es fácil, pero luego que te abren las puertas, son cordiales y en muchos sentidos bastante parecidos a nosotros en sus costumbres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarnos tu opinión sobre este tema...
Nota: Sí tu comentario es en un post de más de 90 días de antiguedad, el mismo será moderado por el administrador del blog; por favor espera que en breve se publicará...