El tema de hoy es un tanto controversial y da siempre mucha tela para cortar, así que más que ponernos a analizar o discutir sobre lo que para cada quien es "lo correcto" en la crianza de los hijos, veamos los consejos y los puntos a tener en cuenta cuando se vive por estos lares.
Algunos podrán decir, “30 y tanto años atrás mis padres me criaron de tal forma y hoy somos hombres/mujeres de bien, sin traumas ni nada por el estilo, así que yo crio los míos igual…” Otros dirán: no que horror, la psicología siempre primero, nada de nalgadas o castigos y más bien hay que sentarse a conversar con ellos y que entiendan… etc etc etc; y así cada uno dará su punto de vista y quizás sea una mezcla de todos ellos los que pudieran dar resultado; pero como cada niño es distinto, las cosas cambian mucho de uno a otro….. El punto principal es que por estos lares hay que estar muy pendientes de lo que se hace o se dice a los niños en público (… y hasta dentro de casa, porque las paredes “de cartón” todo lo oyen).
Los latinos tenemos una forma de hablar siempre con voz muy alta, y pudiera una simple conversación con el niño pasar para el oído de los locales como un regaño, o una forma “violenta” de tratarlo. No digo que no haya casos donde en efecto, no importa el origen, los padres maltratan a los chamos, en privado y en público, cosa que no debe ser; pero hay momentos donde se puede mal interpretar la diferencia cultural y convertirla en algo en nuestra contra.
Yo, soy el primero que hablo “fuerte”, muchas veces medio gritado porque pareciera “que no me oigo” (como siempre me ha reclamado mi querida madre...), entonces lo que para mi es un “hablar bajito”, resulta que para otros es hablar gritando. Son varios los amigos con los que hemos comentado que al estar aquí, en especial en público, uno debe “morderse la lengua” para no dar los cuatro gritos que a veces provoca decir a nuestros chamos por un mal comportamiento, y creo que hemos aprendido a cambiar eso por una dura mirada y un “espera que lleguemos a casa para que veas que vas a estar castigado” (aunque luego uno se olvida todo y ni sabe por qué se había molestado)…. Insisto, este tema cada quien lo verá de una forma distinta, y no es exactamente a donde quiero llegar hoy.
Escribo todo lo anterior, porque una compañera de trabajo de origen peruano, me comentaba en estos días un caso a raíz de una situación parecida que vive otra compañera de trabajo, quebeca ella. Me decia la peruana, sobre una joven pareja colombiana cercanos a ella, quienes tienen una pequeña niña. Resulta que un par de años atrás, casi recién llegados a Montreal, un día la niñita comenta inocentemente a otra niñita en la guardería que ella no podía hacer X cosa (creo que era montarse en el pasamanos de la escalera, si mal no recuerdo), porque su mamá la regañaba ya que era peligroso y que el día anterior le había dado una nalgada por eso. El cuento de la nalgada llegó (quizás aumentado, no lo se…) hasta la maestra y al final a la DPG (Direction de la Protection de la Jeunesse) por “maltrato infantil”…. La pareja, que según me comenta mi compañera son muy respetuosos y no maltratan a su hija, terminaron en un proceso de 6 meses de terapia supervisada y de vigilancia de la niña, para ver si “la violencia infantil” no se volvía a repetir. Ella que los conoce bien, sabe que no fue más que una simple nalgada, de las que ella misma a veces da a su hijo de 6 años, de las que la gente en muchos de nuestros países comenta: “mas vale una nalgada bien dada a tiempo…. etc, etc”.
El caso de la otra compañera quebeca, se enmarca en un tema de disputa con un ex inquilino que vivía en el sótano de su casa, y lo cierto es que la DPG terminó llamándola porque el ex inquilino indicó que ella a veces discutía con su ex esposo en frente de los niños, o porque a veces les gritaba (ojo, se que ella es de un hablar fuerte)…. Recuerdo igualmente el caso que nos contaban de una niñita mexicana muy llorona ella, y que según la amiga venezolana que era su vecina pared con pared, ciertamente la niña más bien parecía en extremo mal criada y falta de disciplina. Otros vecinos estaban a punto de llamar a la DPG porque se oía el llanto frecuente de la niñita y los gritos de la madre suplicándole que le hiciera caso (aunque para oídos de los que no entienden español parecía otra cosa)…. Como ven, para el que no comprende el idioma, se pensaría que la pequeña lloraba producto del "maltrato" de la madre, sin embargo para nuestra amiga que oía todo por la pared de su cuarto, quedaba claro que la niña lloraba porque no quería bañarse, por ejemplo, y la madre lo que hacía era rogarle que le hiciera caso… qué tal, los papeles invertidos!?
En resumen, obviamente el maltrato de cualquier forma a un niño es intolerable, pero aún siendo uno un buen padre que solo esta regañándolo por algo, es importante saber cómo y dónde hacerlo, porque hasta las paredes oyen y no faltará más de uno que piense o “entienda” mal sobre la forma en que intentamos poner disciplina a nuestros hijos; y aunque por lo general nadie se mete en la vida de nadie, cuando se trata de niños siempre están muy pendientes, quizás a veces de más…. o quizás no en los casos en los que realmente deberían estarlo; pero ese es otro punto del que luego les comento.
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wow, como que va a tocar regañarlos en frances (no digo ingles pues capaz y nos llaman a la OLFQ). Quien sabe si usan esa excusa del supersto maltrato solo para ver si se libran del ruido del vecino con niños...
ResponderEliminarFíjate que en el caso de mi compañera de trabajo, fue más con la idea de vengarse por un problema entre ella y su ex-inquilino.
EliminarYa la DPJ va viendo que la denuncia era sin fundamento, pero siempre queda el mal rato y el tiempo que estuvieron haciendo seguimiento a ella y sus hijos en las últimas dos semanas.
Saludos,
Basicamente, por eso no tengo hijos!
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