Un perro en casa!!!???

En casa de mis padres, al igual que en la de los padres de Egleé, nunca hubo perros, por aquello de ser apartamentos; no digo que no los hubiéramos querido tener como todo chamo al fin.... Recuerdo que una o dos veces tuvimos cachorritos, pero no duraron más de una semana con nosotros, luego de que lloraran varias noches seguidas y no hubiera quien los cuidara durante el día cuando todos salíamos a nuestras actividades. Hoy por hoy me pongo en la misma posición y realmente estoy de acuerdo, ya que aún cuando Santiago y Diego siempre dicen querer un perrito, el tema es que nos parece que en un apartamento es complicada la cosa, eso sin contar que no nos es permitido por el actual contrato de alquiler (excusa perfecta, no!?... así no somos “los malos de la partida”).

Cuando tengamos una casa propia quizás sea otra la historia, e incluso así siempre es una gran responsabilidad tenerlos. No niego lo bueno de tener un perro en casa, pero mientras los chamos no le puedan ayudar a uno a pasearlo, bañarlo, cuidarlo, etc. etc. etc., creo que es mejor no enredarse la vida, en especial con dos niños pequeños (a partir de Julio….serán tres!)

Toda esta reflexión viene a propósito de una vecina a quien toooooodas las mañanas encuentro mientras caliento el carro para ir al trabajo y la veo ir o venir con su perro para que haga sus necesidades; por supuesto tiene que recoger las “gracias” que él va dejando (como civilizadamente debe ser….). Siempre nos damos los “buenos días” y seguimos cada uno en lo suyo, pero unos dos meses atrás la veo venir casi congelada del frío y con una cara que era todo un poema…. se detiene y a mi pregunta: “buen día, cómo está” me responde: cansada, realmente cansada, esto de tener que sacar al perro todos los días a las 6:30am me tiene agotada, además con este frío no me podía parar de la cama… es una esclavitud!!!, termina diciendo y sigue su camino resignada.

Creo que ella sirvió para reafirmar nuestra idea al respecto e incluso me ha hecho preguntar a otros amigos, ya que aún teniendo casa con jardín propio, no es como en Venezuela que el perro puede salir a hacer lo suyo y listo, porque aquí durante unos 4 o 5 meses del año ese jardín puede llegar a estar cubierto de un metro y medio de nieve o más, y no creo que el perro pueda hacer sus necesidades en esas condiciones, así que igual le toca a uno llevarlo a caminar…. Me dirán que eso es positivo porque lo obliga a uno a hacer ejercicio, pero es mejor si la cosa es placentera y no por obligación…. y peor si es a -20°C o más.

Por lo pronto comenzaremos con una pecera… es menos complicado!